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Las concentraciones plasmáticas de isofla-
vonas en un lactante de 4 meses alimenta-
do con leche de soja son 100 a 200 veces
mayores que en un lactante alimentado
con lactancia materna o fórmula de leche
de vaca
41
. A pesar de su abundancia, la po-
tencia estrogénica de estas isoflavonas es
cuatro veces menor que la del estradiol.
En niñas alimentadas con leche de soja se
ha encontrado una mayor prevalencia de
botón mamario durante el segundo año de
vida quizás no tanto como factor causal de
ello sino como factor que impide la invo-
lución del crecimiento de la mama por la
acción de estrógenos endógenos en el pri-
mer año de vida
42
.
Aunque la soja es consumida por los adul-
tos desde hace ya mucho tiempo y no pa-
rece que existan efectos adversos impor-
tantes, parece sensato ser prudente en su
administración en lactantes, ya que se des-
conoce el efecto que puedan tener las iso-
flavonas administradas muy precozmente
y de manera prolongada
43
.
Las leches de soja no contienen lactosa y
los hidratos de carbono están constituidos
por dextrinomaltosa o polímeros de gluco-
sa. Las grasas que contienen son una mez-
cla de aceites vegetales de soja, girasol y
coco.
En un estudio observacional realizado con
niños con APLV a los que a partir del 5º-6º
mes de vida fueron randomizados a tomar
como fórmula de sustitución hidrolizado de
caseína o hidrolizado de arroz o fórmula de
soja, valorando parámetro de crecimiento
hasta los 12 meses de edad, encuentran
mejores resultados en la valoración del
peso para la edad en los dos hidrolizados
en comparación con la leche de soja
44
.
C. Fórmulas hidrolizadas de
proteínas de arroz
PREGUNTA Nº 6
:
¿Son las fórmulas hidroli-
zadas de proteínas de arroz seguras?
Las fórmulas hidrolizadas de proteína de
arroz se ha introducido recientemente en el
leche de vaca con una menor biodisponi-
bilidad de minerales como el cinc, hierro y
calcio. La alta cantidad de fitatos impide la
adecuada absorción de minerales y otros
elementos traza Contienen altas concentra-
ciones de aluminio y fitoestrógenos (isofla-
vonas) cuyo efecto a largo plazo no es bien
conocido por lo que no se recomienda el
empleo de estas fórmulas en los primeros
6 meses de vida Las fórmulas infantiles de
soja tienen un mayor contenido proteico
que la leche de vaca estando suplementa-
das con metionina, carnitina y taurina así
como con calcio y fósforo. El aluminio se
acumula en el tejido óseo y nervioso y com-
pite con la absorción del calcio. Este efecto
hay que tenerlo en cuenta en prematuros
y lactantes con insuficiencia renal. Por su
parte, el manganeso es un oligoelemento
que compite con la absorción del hierro y
no se ha valorado la repercusión a largo
plazo en lactantes que ingieren gran canti-
dad del mismo.
Los fitatos pueden quelar cationes como
el calcio, el hierro y el zinc. El aislado de
proteína de soja contiene un glucopéptido
con efecto bociógeno, ya que disminuye
la captación tiroidea del yodo por lo que
las fórmulas van suplementadas con yodo.
Respecto a las isoflavonas son sustancias
con efecto estrogénico y se encuentran en
cantidad superior a la encontrada en leche
materna con efectos negativos en el equi-
librio hormonal y aún no se ha concluido
sobre qué efecto pueda tener la exposición
en un lactante a cantidades de isoflavonas
muy superiores (6-11 veces) a las cantida-
des encontradas en niños alimentados con
leche materna.
Estas isoflavonas son fundamentalmente
la genisteina y la daidzeina, que son feno-
les heterocíclicos con estructura química
análoga al estradiol y se unen con diferente
afinidad a los receptores de los estrógenos
con efectos sobre el aparato reproductivo
y la glándula mamaria. El contenido en iso-
flavonas de diferentes fórmulas de soja va-
ría de 32 a 47 mg/L frente al despreciable
contenido en la leche materna y de vaca.
A favor de uso de hidrolizados protéicos de leche de vaca
