SEICAP MADRID 2014 - page 105

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Mecanismos de inflamación en el asma
del preescolar
JavierTorres Borrego
Coordinador Unidad alergia y neumología pediátricas
UGC de Pediatría y sus especialidades
Hospital Universitario Reina Sofía y Facultad de Medicina. Universidad de Córdoba
un adulto en miniatura”, como señalaba la
profesora Martín Mateos
4
en un editorial de
esta revista a propósito de las característi-
cas diferenciales de los órganos y sistemas
del niño. A ello habría que añadir que el
lactante y el preescolar tampoco son niños
en miniatura, y los cuadros sibilantes a es-
tas edades no son equiparables al asma de
edades posteriores. Algunos mecanismos
fisiopatológicos del asma son aún mal co-
nocidos, sobre todo cuando hablamos del
niño pequeño, lo que hace que en estas
edades la definición de asma sea clínica,
y no funcional, realizándose en la práctica
asistencial el diagnóstico de forma empíri-
ca, en base a la experiencia clínica del pe-
diatra y a la respuesta al tratamiento.
Debido a que clínicamente es difícil recono-
cer en esta etapa preescolar en qué niños
persistirá el asma a partir de los 6 años, ya
en 1963 Buffum
5
planteaba la conveniencia
de reconocer el pronóstico, a ser posible
en la primera visita. Por ello los pediatras
aplicamos índices predictores de asma
6, 7
en los que los factores con más peso son
la existencia de atopia familiar o personal,
si bien estos índices pueden tener limita-
ciones en su aplicabilidad en la práctica clí-
nica
8
. Otro aspecto importante es que en
niños se ha demostrado que el tratamiento
antiinflamatorio no consigue modificar la
evolución natural de la enfermedad
9, 10
ni
los cambios estructurales de la vía aérea
11
, lo que hay que tener en cuenta a la hora
de valorar el manejo del asma a edades
tempranas
12, 13
, en las que además el uso
El asma constituye la enfermedad respi-
ratoria crónica más frecuente en la infan-
cia. Su curso clínico es variable, con for-
mas que mejoran y desaparecen antes de
la pubertad, y otras que por el contrario
persisten y agravan en la edad adulta. La
importancia del conocimiento del asma in-
fantil radica en que el asma del adolescen-
te y del adulto está determinado ya desde
la primera infancia, marcado por factores
antenatales y postnatales en una ventana
de oportunidad que abarca los 3 primeros
años
1
, durante los que existiría la posibi-
lidad de intervenir de forma estratégica
para minimizar el deterioro en la función
pulmonar, cuyos valores ya se encuentran
encarrilados a partir de los 6 años
2, 3
, in-
dependientemente de las intervenciones
que se realicen. Todo ello justifica que los
pediatras debamos enfrentarnos a las di-
ferentes variantes del asma del niño con el
mejor conocimiento disponible de los me-
canismos fisiopatológicos que sustentan
esta enfermedad.
Existe gran controversia a la hora de diag-
nosticar asma en niños preescolares, debi-
do a la heterogeneidad clínica, el desarro-
llo incompleto del fenotipo o la dificultad
para realizar pruebas de función pulmonar,
entre otras causas. Ello ha justificado que
el manejo diagnóstico y terapéutico del
asma infantil se haya llevado a cabo en
numerosas ocasiones de forma análoga
al del adulto. En este punto, es importante
recordar el adagio que los pediatras usa-
mos con cierta frecuencia: “el niño no es
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