SEICAP MADRID 2014 - page 225

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cual nos indica un limitado conocimiento
acerca de la fisiología de la adrenalina así
como sobre el adecuado tratamiento de la
anafilaxia.
(18)
Incluso en el alta hospitalaria después de
una reacción anafiláctica, sólo al 25% se
les prescribió un autoinyector.
Para superar esta barrera hay que informar
de la prevalencia de la anafilaxia, creando
registros de alergia y anafilaxias nacionales
y europeas, además de incluir la anafilaxia
como causa de muerte en los ICD, denomi-
nándola ICD-11. En segundo lugar, hay que
contribuir al desarrollo de un enfoque paso
a paso para un mejor tratamiento, por ello
la EAACI solicita la convocatoria de directri-
ces armonizadas entre los países de la UE
para lo cual la EAACI lanzará sus directrices
generales sobre alergia a alimentos y anafi-
laxia cubriendo el diagnóstico, tratamiento,
gestión en la comunidad y prevención.
La tercera barrera se refiere a la poca in-
dicación que tienen los autoinyectores en
pacientes de riesgo. La ocurrencia de una
reacción anafiláctica es impredecible, por
ello con el fin de prevenir accidentes mor-
tales por anafilaxia, los pacientes con ries-
go deben ser identificados y se les debe
proporcionar un autoinyector. Sin embar-
go no existe una etiqueta uniforme en to-
dos los países que permita la prescripción
a los pacientes en riesgo, sólo algunos pa-
cientes incluyen esta etiqueta (USA, Reino
Unido, Italia, Suiza) aunque no de forma
uniforme entre ellos. El etiquetado mun-
dial uniforme facilitaría la coherencia de
las prácticas de prescripción y garantizaría
la disponibilidad de los autoinyectores a
todos los pacientes que los necesitan.
Para superar esta barrera la EAACI define
por primera vez qué pacientes están en
riesgo, para lo cual pone en marcha la cam-
paña “STOP a la anafilaxia”, y para ello es-
tablece indicaciones absolutas de tener al
menos un autoinyector; así como indicacio-
nes a considerar prevalentes para prescri-
bir un autoinyector a un paciente; todo ello
basado en niveles y grados de evidencia.
Por ello hay que recetar el autoinyector an-
tes de ocurrido el evento anafiláctico. Pres-
cribirlo después puede ser tarde.
El último obstáculo se refiere a las lagunas
en el conocimiento, ya que muchos pacien-
tes no son conscientes del riesgo que tie-
nen de padecer un episodio de anafilaxia.
Para ellos se desarrolla la campaña “STOP
ANAPHYLAXIS”. En cuanto al etiquetado
de alimentos la EAACI aboga por que la UE
debe establecer directrices claras para eti-
quetar los productos alimenticios, inclui-
dos los productos que pueden contener
derivados de alérgenos.
Para finalizar esta esta exposición quedaría
superar la barrera más importante, el pro-
pio paciente, pues a veces son ellos los que
rechazan los tratamientos de autoinyecto-
res (cosa muy frecuentes entre adolescen-
tes) con el impacto psicosocial que provoca
el verse implicado en un episodio de anafi-
laxia, no sólo para el propio paciente sino
también para sus familiares.
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Simposium
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