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Revista Informativa de A.M.P.A.
L
as Leyes Educativas actuales
nos dicen que, “los centros do-
centes fomentarán la convivencia
entre los miembros de la comuni-
dad educativa a través de planes
integrales de actuación que con-
templen la prevención de las situa-
ciones con ictivas, la resolución
pací ca de aquellos con ictos que
puedan producirse y, en su caso, el
tratamiento y la rehabilitación del
alumnado cuyo comportamiento
suponga un desajuste respecto a
las normas de convivencia del cen-
tro”.
Es el equipo directivo quién debe
coordinar la elaboración y se res-
ponsabiliza de la redacción de
dicho proyecto educativo del ins-
tituto, de acuerdo con las direc-
trices establecidas por el Proyecto
educativo del Centro y aplicadas
por el consejo escolar, pero somos
padres y profesores quienes debe-
mos realizar las propuestas a tra-
vés del claustro y la asociación de
padres y madres de alumnos, así
como el consejo de delegados de
alumnos. Aprobándolo el consejo
escolar.
Si hablamos de calidad, entre los
distintos indicadores de calidad
de un sistema educativo es fun-
damental la convivencia en los
centros escolares y es fácilmente
constatable el deterioro que, en
los últimos años, ha tenido la con-
vivencia en los centros educativos.
Nos fallará el currículo si éste no
contempla y propone un sistema
de valores básicos, unas normas de
comportamientos que incluyan el
respeto a la autoridad de los profe-
sores, de compañeros y a nuestra
sociedad democrática, desde una
concepción integral y sistémica de
la persona y del centro educativo.
Creemos importante que en la
familia se representen este siste-
ma de valores básicos, así como
las normas de comportamientos.
Para ello tenemos que estar capa-
citados en una serie de nuevas y
necesarias competencias para la
promoción de la convivencia. Esta
serie de competencias son cinco:
1. Liderazgo. Autoridad.
2. Facilitador de encuentros.
3. Diálogo, mediación.
4. E ciencia. Creatividad.
Intuición.
5. Efecto Pigmalión.
POR QUÉ DE ESTAS
COMPETENCIAS
Partimos de la premisa que la fa-
milia es un lugar de encuentro y
sistema de comunicación. Y ana-
lizando las interacciones comuni-
cativas. La gestión, muchas veces
informal, de los recursos humanos
(conocimientos, actitudes, dispo-
siciones y actitudes de los fami-
liares) es necesaria para ejercer la
orientación de la familia que es un
factor clave. Es por ello que los pa-
dres y toda la comunidad educati-
va requieren de cinco capacidades
para gestionar y crear espacios
comunicativos con las cuales orde-
nar, adecuar y ejercer el gobierno
de la familia.
LA FAMILIA PIEZA CLAVE
DENTRODE UNA
ORGANIZACIÓNQUE APRENDE
.
Los padres son pieza clave dentro
de este sistema de comunicación,
ellos deben adaptar en función de
la información que reciben y pro-
cesan, su relación con el entorno.
Cuando hay capacidad de comu-
nicación hay capacidad de cambio
porque hay capacidad de colabora-
ción. Y esta colaboración permite
a la familia y comunidad educati-
va aprender, ya que los padres son
capaces de procesar con uidez las
informaciones que se gestan en el
seno del familiar.
LA COMUNIDAD EDUCATIVA
PROMUEVE LA CONVIVENCIA
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