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Agustinos de Valencia •
Anuario 2013-2014
Colegio Sto. Tomás de Villanueva
Q
ueridos alumnos, padres y fami-
liares, queridos compañeros y
Agustinos. Buenas tardes.
Cuando hace unos días el P. Vicente
me propuso pronunciar hoy el discurso
de despedida ante vosotros, me dije:
“Julián, te acaba de caer lo que siempre
has temido y evitado” y es que – os lo
tengo que reconocer- yo era de los que,
llegado mayo, al pasar por la puerta de
dirección, emprendía un trotecillo con el
que con tres zancadas me presentaba en
conserjería o en la sala de profesores evi-
tando así los designios del Director. Pero
no me valió el “trotecillo cochinero”. Lo
cierto es que, ante la propuesta, intenté
esbozar una excusa, que algo de cierto
tenía.
Pasado el susto, me dije: “Estás siem-
pre martilleando a los alumnos con el
“Fortuna audaces iuvat” ( La suerte ayu-
da a los valientes) y ahora no te puedes
echar atrás”. Rápidamente, me fue suges-
tionando la idea de sacar por última vez
ese rotulador rojo, que como algunos
sabéis, tanto me gusta, y poner vuestra
nota final y comentarios – algunos os so-
narán – del tipo: Faltan datos, No dices
nada, Más estudio, Más organización,
Más compromiso, Puedes más, Muy bien
o Te sales. Después, recordando aquellas
palabras de A. Machado“Por mucho que
un hombre valga, nunca tendrá valor
más alto que el de ser hombre” deter-
miné que las correcciones para vosotros
habían acabado y que hoy sería un día
para invitaros a recordar doce años, pero
también para mirar con la frente alta ha-
cia ese futuro que empieza en este pre-
sente.
¡Han pasado doce años, doce años!
Y cómo no recordar aquel caluroso día
de septiembre, vuestra manita frágil afe-
rrada por la mano contundente y segura
de vuestros padres. Cómo no recordar
aquella diminuta mochila tan vacía de
experiencias, aquellos ojillos temerosos
cuando os encontrasteis por primera vez
con aquella imponente estatua marmó-
rea del Santo más hombre. Recordaréis,
y os habréis reído de ello, vuestro primer
encuentro como compañeros.
¡Han pasado doce años! Doce años
que dan para tantas emociones, tantos
momentos, tantos sentimientos com-
partidos, tantos miedos y risas…
Llegaron los primeros exámenes y
con ellos acabó la alegría completa y em-
pezaron las diferencias y las comparacio-
nes. Visteis en los ojos de vuestros padres
la desazón y el desvelo. Entendisteis que
lo que empieza o acaba hoy no iba a ser
fácil. Pero, en vuestra ingenuidad infantil,
entendisteis a Ovidio en sus Metamorfo-
sis “Nulla est sincera voluptas solicitum-
que aliquid laetis intervenit” (Ningún
placer es perfecto y un algo de inquietud
estorba nuestras alegrías).
Aprendisteis a contrarrestar los sus-
pensos con interminables partidos y
goles, el esfuerzo semanal con cum-
pleaños, pizzas o McDonalds los vier-
nes. Aquellas excursiones escolares que
tanto os unieron y donde se fraguaron
amistades y se rompieron alianzas que
creíais eternas y donde conocisteis por
primera vez el sabor agridulce del amor.
Pusisteis la guinda a la E.S.O con aquel
maravilloso viaje a París, perdón, a Ex-
tremadura, y con él se afianzaron las
relaciones. Algunos se fueron y hoy es-
tán aquí acompañándoos. ¡Bienvenidos
como siempre!
Llegó el Bachillerato y con él apren-
disteis a valorar el silencio, a distinguir
entre la calle y el aula y a no considerar
interesante dejar escritos vuestros nom-
Discurso del Profesor D. Julián González
Graduación 2014
