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Agustinos de Valencia •
Anuario 2013-2014
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agustinos
-valencia.net
Discurso De Graduación 2014
“
Ocurra lo que ocurra, aún en el día más
borrascoso, las horas y el tiempo pasan”.
Y cuánta razón tenía Shakespeare, por-
que sin darnos cuenta, han pasado 12 años y
un bachiller lleno de altibajos.
Hoy, en el día de nuestra graduación,
nos gustaría darle las gracias a todos los que
han conseguido que esto haya sido posible.
Deseamos agradecer el esfuerzo y trabajo a
los padres Agustinos, que comenzaron este
proyecto educativo hace 60 años y han con-
seguido que a día de hoy, esta familia siga en
pie. Ellos han sabido educarnos en los valo-
res de San Agustín, valores que sin embargo,
no solo nos han cambiado, también nos han
mejorado como personas.
Por otra parte, sin el apoyo incondicional
de nuestros padres y familiares no habría-
mos llegado hasta aquí. Su continua com-
prensión, como en días de exámenes en los
que no nos aguantamos ni nosotros mismos
ha sido fundamental. Gracias por ser los últi-
mos en perder la esperanza y los primeros en
celebrar nuestros logros. Gracias, en definiti-
va, por confiar en nosotros y hacer ver que
podíamos con todo.
En cuanto a los profesores, ¿qué decir
de vosotros? Si habéis estado ahí desde que
éramos pequeños. Nos habéis visto crecer
y, mejor aún, nos habéis hecho crecer. Gra-
cias a vosotros hemos ido adquiriendo cada
curso los conocimientos necesarios para
nuestra educación. Habéis insistido cuando
cualquiera lo hubiera dado todo por perdido
y habéis tenido paciencia cuanto más difícil
os lo poníamos. Nos habéis contado histo-
rias con las que nos hemos reído y, al mismo
tiempo, nos habéis dado lecciones con las
que hemos aprendido.
Os habéis arriesgado a ser nuestros tu-
tores, algunos incluso por primera vez, y
nos habéis enseñado que la competitividad
siempre es sana, si se trata de apadrinar a un
niño. Que la responsabilidad es muy impor-
tante y que, el próximo año, el castigo por
interrumpir en clase, no será precisamente
contar un chiste. Porque al fin y al cabo, en-
tre comentarios y examencillos, nos habéis
enseñado que la educación va más allá de
saber mucho, que también consiste en mol-
dearnos como personas.
Por último, y más importante, vosotros,
compañeros y amigos, ¿qué deciros en un
momento como este?
Hace 12 años Agustinos abría sus puertas
por primera vez para algunos de nosotros.
Hace 12 años estábamos incluso más nervio-
sos que ahora, igual de inseguros y muertos
de miedo al enfrentarnos a algo totalmente
nuevo. Pero lo hicimos, nos enfrentamos a lo
inevitable y acabamos viendo que no estaba
del todo mal: los primeros amigos, leer a Pa-
pelo, la actuación en el Palau de la Música o
competir para ver qué clase era mejor, A o C,
porque en B eran todos unos trastos.
Llegamos a tercero de Primaria, parecía
que las cosas habían cambiado un poco.
Controles, Coneiximent del medi, excursio-
nes, castigados a copiar cien veces, subir
hasta el último piso… Y así fueron pasando
los cursos de primaria hasta llegar a la ESO.
Una ESO digna de recordar: Cambio de pa-
tio, edad del pavo, primeros amores y, por
tanto, primeros desamores. Empezar a estu-
diar más en serio, a salir más…Y, finalmente,
nuestro ansiado viaje a Extremadura con sus
respectivas noches de hotel, “discoteca”, visi-
tas culturales y vuelta de 8 horas rodeados
de quesos de recuerdo.
Una etapa que desembocará, dejando
atrás a muchos de los nuestros, en el ciclo
más importante de nuestra vida en el cole-
gio: Bachillerato.
Un Bachillerato que se presentaba lleno
de malos augurios, difícil y pesado, pero que,
no obstante, nos premió con un montón de
caras nuevas. Caras que al principio ni siquie-
ra éramos capaces de reconocer por el pasi-
llo y que, sin embargo, hoy, se han vuelto im-
prescindibles en nuestra vida. Personas con
las que no congeniábamos demasiado bien
y en cambio, ahora son de nuestros mejores
amigos; incluso compañeros a los que está-
bamos empezando a conocer mejor y a los
que ojalá hubiéramos conocido antes.
Lo asombroso de todo esto, es que to-
dos, tanto los que llevamos aquí desde el
principio como los que se enfrentaban hace
dos años a su primer día en el centro, hemos
ido adquiriendo tal confianza, que da la im-
presión de que nos conocemos de toda la
vida. Desde el primer día de clase hasta hoy,
hemos ido viviendo juntos un sinfín de mo-
mentos: y, sobre todo, las fiestas 2014. Don-
de juntos, trabajando en equipo y con ayuda
de los demás, hemos tirado para adelante a
más de 1000 niños, cargando a las espaldas
horas de dedicación y esfuerzo que, al final,
dieron buen resultado. Hemos improvisado
disfraces, comido paella azul, bailado hasta
las tantas y cenado junto a los profesores.
Nos hemos reído viéndonos bailar en una
velada inolvidable, viendo los montajes de
los vídeos… Hemos preparado juegos en los
que, incluso diría, que nos hemos divertido
más nosotros que los propios niños…
Hace 12 años (2 para algunos de voso-
tros) Agustinos abría sus puertas por primera
vez para todos nosotros. Estábamos incluso
más nerviosos que ahora, igual de inseguros
y muertos de miedo al enfrentarnos a algo
totalmente nuevo. La verdad es que las cosas
no han cambiado mucho desde entonces.
Sin embargo, esta tarde, a la incertidumbre
del futuro se le suma la nostalgia de dejar
atrás todo lo que ha conseguido que llegá-
ramos hasta aquí. Porque al igual que en las
tragedias de literatura universal, aunque hoy
no muera nadie, también sabemos cómo
será el final.
Hoy, 30 de mayo, se celebra nuestra gra-
duación, la graduación de una promoción
diferente. Una promoción que sin musicales,
se convirtió en protagonista de su propia
obra. Que sin Tour Eiffel, aprendió a cons-
truir algo incluso más sólido que eso. Y que
sin parques de atracciones, consiguió que la
montaña rusa que supone bachiller, acabara
siendo más que el vértigo de la caída. Se tra-
ta de la sesenta promoción de este colegio,
de Agustinos, de nuestra promoción que,
pese a todo, ha llegado hasta aquí.
Una familia que, a partir de hoy, se de-
cantará por caminos distintos. Dejando en
nosotros a personas que, aún sin conocerlas
bien, echaremos de menos ver por los pasi-
llos, personas que no nos dábamos cuenta
de lo importantes que eran hasta hoy, que te
encuentras con que se marchan. Amigos que
van a estudiar fuera y ni siquiera eres capaz
de plantearte una despedida y, en fin, amigos
de toda la vida, que siguen aquí y sólo pides
mantener su amistad mucho más tiempo…
Gracias, a todos vosotros, por cada expe-
riencia. Por haber pasado de ser compañeros,
a ser amigos y de amigos, a familia. Gracias
por habernos regalado una sonrisa durante
estos años y una mano con la que levantar-
nos. Gracias, al fin y al cabo, por, no solo for-
mar parte de nuestra vida, también por con-
vertirnos en lo que somos ahora. Por hacerla
mejor y convertir los días malos, en menos
malos y los buenos, enmejores. Por hacer que
lo mejor de dos cursos enteros, haya sido el
hecho de compartirlos con vosotros.
Llegado este momento, os invitamos a
todos los aquí presentes a (como dijo Macha-
do) volver la vista atrás y mirar hacia la senda
que nunca volveremos a pisar. Ha sido un ca-
mino bonito, duro a veces, pero al menos, re-
corrido junto a la mejor compañía: vosotros.
Muchas gracias.
n
Sonia Soriano
Luís Orduña
